Ali Hassoun combina las influencias culturales de su tierra natal, Líbano, con íconos, símbolos e imágenes extraídas de la historia de la cultura occidental y la iconografía artística contemporánea. Los temas abordados en sus pinturas, con ligereza, ironía, gran cultura y refinamiento visual, exploran cuestiones como el nomadismo, la contaminación, las múltiples identidades, la coexistencia y la simultaneidad de diferentes influencias iconográficas en una misma realidad.
Ali Hassoun
Artistas
Sus mujeres africanas, sus familias en fuga, sus equilibristas que flotan simbólicamente sobre el horizonte de una gran metrópoli occidental, a menudo aparecen en un fondo que representa una galería de pinturas que van desde Andy Warhol hasta Mario Schifano, de Picasso a Capogrossi, e incluso Miguel Ángel reinterpretado como Pop Art italiana por Tano Festa. La identidad de Hassoun se moldea en un continuo asombro entre tiempo y lugar, con personajes que reflexionan, observan y actúan en mundos que no les pertenecen, superando los límites temporales y mezclando y estratificando referencias visuales y culturales. Las pinturas de Hassoun son como relatos visuales que reflejan las formas narrativas de la literatura árabe: historias que remiten a otras historias, como en un juego de cajas chinas, cruzando toda la historia de la cultura humana a través de sus símbolos e íconos. En sus trabajos más recientes, los protagonistas de sus pinturas son los artistas más irregulares y revolucionarios de la historia del arte occidental, revisitados de manera irónica, como una mitología surrealista en la que todas las referencias se mezclan: desde Frida Kahlo en una Vespa, Jackson Pollock en el papel de un electricista, hasta Basquiat, que, como Judith con Holofernes, sostiene la cabeza decapitada de Andy Warhol.
Ali Hassoun nació en Saida, Líbano, en 1964. En 1982 se trasladó a Italia para continuar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Florencia. En 1992 se graduó en Arquitectura por la Universidad de Florencia. Actualmente vive y trabaja en Milán. Ha adquirido la nacionalidad italiana además de su nacionalidad libanesa original y ha logrado llenar los vacíos en áreas que faltaban en su experiencia individual anterior. Entre sus exposiciones personales más significativas se encuentran: Ali Hassoun alla confluenza dei due mari, por Martina Corgnati, en el Palazzo Pubblico de Siena (2010); Il POPolo vuole, con la curaduría de Luca Beatrice, en el Museo Piaggio en Pontedera (2013); y el Pabellón del Líbano en la Expo Milán (2015).