Corrado Fabbri

Su lenguaje abarca desde la pintura hasta la escultura, pasando por la instalación y la creación de objetos excéntricos que oscilan entre el arte y el diseño de interiores.

Durante muchos años, Corrado Fabbri ha llevado a cabo una investigación lingüística muy original, donde las formas de abstracción geométrica dialogan inesperadamente con el neoplasticismo de Mondrian, la gramática de Kandinsky, el carácter lúdico de Paul Klee o con el expresionismo abstracto de la escuela estadounidense, con la estructura compositiva del dinamismo futurista, con el sentido del color de Matisse o, de nuevo, con el sabio juego de referencias y relaciones de un estilo puramente pop. Característico de su obra es el juego de colores intensos y tonos planos, la contaminación entre materiales mecánicos diferentes y a menudo "industriales", como plásticos, telas, colores acrílicos, óleo, madera e hierro.

La filosofía que sustenta toda la obra del artista se sitúa en un ámbito de reinvención de las formas del mundo, partiendo de un pastiche lingüístico, filosófico y estético que toma libremente sus referencias de áreas diversas: desde los iconos de la modernidad hasta los de la tradición, desde la historia de las vanguardias hasta la del arte y la artesanía, desde las imágenes periodísticas hasta el diseño de interiores, desde el lenguaje de la tradición clásica hasta los medios de comunicación, desde los géneros tradicionales de la historia del arte hasta los de origen cinematográfico y literario.

Corrado Fabbri nació en Lovere y vive y trabaja en Milán. Ha expuesto en numerosas exposiciones colectivas en Milán y otras ciudades italianas. Ha colaborado con festivales y eventos nacionales importantes como el Alzheimer Fest.